Al hablar de aprendizaje de los niños estamos involucrando diversos aspectos que muchas veces no son tomados en cuenta por quienes no se dedican a esta noble labor, y es que, aprender no es sólo provocar en el niño la memorización de artículos, estrategias, métodos y más, es hablar de estrategias para que el niño logre captar lo que necesita para llevar a cabo ciertas tareas.
Las formas más conocidas en las que el niño aprende son: auditiva, kinestésica y visual.
Los niños Auditivos son aquellos que aprenden fácilmente con sólo escuchar, aparentemente parecen estar distraídos con alguna otra cosa, pero a la vez están comprendiendo lo que se les indica, les gusta la música, son expresivos.
Los niños Kinestésicos se caracterizan por querer desarrollar actividades físicas, aquellos niños que les gusta colorear, pintar, recortar, correr, saltar. Requieren estar siempre ocupados desarrollando actividades y de ellas aprenden.
Por último, existen los niños Visuales, y estos aprenden fácilmente con sólo estar viendo, requieren de mucha concentración cuando leen, les molesta el ruido, pero se graban con fácilidad movimientos imagenes, ya que tienen a observar con mucho más detalle las cosas u objetos que le rodean, pueden desarrollar habilidades como la pintura, fotografía y otras que requieran de una percepción visual.
De estas tres podemos decir que se derivan otras más, aunque ya se han tomado como independientes, pero si las comparamos veremos que existen algunas similitudes.
Es importante conocer cómo aprenden nuestros hijos, por eso es necesario que observemos a nuestros hijos y brindarles el apoyo necesario para que mejore su calidad de aprendizaje.
Los maestros tienen la necesidad de realizar diversos test de aprendizaje a los niños para saber qué camino seguir, qué agregar en la planeación y con ello desarrollar actividades que le permitan llevar el aprendizaje a sus discentes.
Ahora sólo queda una pregunta: Como Padres, ¿sabemos cómo aprenden nuestros hijos?
